Muchos días me la paso haciendo y deshaciendo sobre un
documento de Word. Creo que me convertí en un autómata del borrado. Presiono la
barra espaciadora y enseguida me desdigo con el “backspace”. Esa tecla
representada con una flecha apuntando en sentido opuesto a las letras, que me
recuerda que todo el tiempo vuelvo atrás.